Los deportistas o atletas de resistencia en general utilizan el entrenamiento de alta intensidad como parte de los métodos preparatorios para las competencias. Se han realizado revisiones para considerar los efectos del entrenamiento de alta intensidad y el entrenamiento con sobrecargas sobre el entrenamiento de resistencia y las mediciones fisiológicas.
Según Carl Paton y Will Hopkins del centro de ciencias del deporte y el ejercicio, de la Universidad John Moores, Liverpool, Inglaterra, establecen en su revisión que ha habido hasta el año 2013 más de 22 estudios relevantes relacionados con entrenamientos fraccionados (supramaximales, maximales y submaximales) y de entrenamiento de sobrecarga (incluyendo entrenamiento explosivo, la pliometría y el entrenamiento con pesas). Al convertir todos los efectos sobre el rendimiento en porcentajes de cambio y en potencia media, y al incluir los efectos sobre las mediciones fisiológicas que tuvieron impacto sobre el rendimiento de resistencia, el hallazgo que se observó fue que el rendimiento de resistencia de corta duración fue mejorado mayoritariamente mediante la utilización de entrenamientos fraccionados supramaximales. El rendimiento de resistencia de larga duración fue mejorado en gran parte por medio de la utilización de intensidades máximas y supramáximas, sin embargo el entrenamiento de sobrecarga tuvo poco efecto. Al parecer, el entrenamiento fraccionado tuvo sus efectos a través del consumo de oxígeno máximo, el umbral anaeróbico y en la economía de la carrera, mientras que el entrenamiento con sobrecargas solo tuvo efectos sobre la economía.(Paton & Hopkins, 2013)
Las conclusiones de este estudio revelan que la adición del entrenamiento de la fuerza explosiva y de entrenamientos fraccionados de alta intensidad a los programas de entrenamiento con intensidades generalmente bajas producirá ganancias substanciales en el rendimiento.
Según los investigadores, muchos atletas de resistencia de alto nivel ya han incluido intervalos de alta intensidad en sus entrenamientos durante la fase no competitiva, esto ha llevado a que también los incluyan en la fase competitiva. La estrategia es alterar la combinación del entrenamiento para reducir los intervalos de baja intensidad e incrementar los intervalos de alta intensidad. Por último, los atletas que no realizan entrenamientos de fuerza explosiva deberían implementarlos en sus programas, ya que con certeza experimentarán ganancias en su rendimiento.
Fuente: Paton, C., & Hopkins, W. (2013). Efectos del entrenamiento de alta intensidad sobre el rendimiento y la fisiología de los atletas de resistencia.
