Las virtudes de entrenar en agua

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No todos pueden pero todos deberían. El entrenamiento del running en el agua apareja notables beneficios que permiten, además, mejorar los rendimientos en tierra. Descubre también cómo podrías sanar lesiones y ayudarte con el agua.

Uno de los mejores complementos para el running, especialmente en presencia de lesiones, consiste en ejercitar en el medio acuático.  El secreto el cero impacto que correr en el agua produce en las estructuras del cuerpo. En caso de estar lesionada, una persona puede de inmediato trasladar todo su entrenamiento a la piscina, sin temor a agravar el problema, aun cuando es posible que sienta haber entrenado más duro que sobre el pavimento.

Una vez en la piscina, lo más importante es mantener la posición. Tal como al correr en tierra, se debe mantener la espalda recta y ayudarse con los brazos doblados en 90° para mantener la postura y el agua hasta el nivel del mentón idealmente. No se debe tocar con los pies el suelo a menos que ocupes una trotadora acuática.

Enseguida, es un error correr lento. Para que el entrenamiento rinda, es necesario elevar el ritmo cardíaco, acortar los pasos levantando las rodillas un poco más que en tierra, y bajando los pies hacia el fondo. De alguna forma, se debe emular el pedaleo como en la bici pero exagerando un poco los gestos.

Finalmente, sostén tu cuerpo con un cinturón estabilizador. Es necesario. Existen algunos específicos, como el Aquajogger para el trote en piscinas, pero se puede improvisar.

Ritmo indispensable

Alcanzar elevador ritmos cardíacos, alrededor de 180 pulsaciones por minuto, es importante para que el trote de piscina resulte. Existen trotadoras especiales para el agua pero si no hay, es igualmente práctico sujetarse de un borde con una cuerda elástica y correr estacionariamente o como se muestra en este video. Para alcanzar un buen rendimiento, sigue este plan:

–    Sprint: entre 15 y 30 segundos con un nivel de esfuerzo del 100%. Corre al máximo como si fueras llegando a la meta y luego pasa al siguiente punto.

–    Fuerza: entre 2 y 5 minutos con un esfuerzo del 90%. Exígete pero dosifica lo justo para pasar al siguiente.

–    Tempo: entre 5 y 10 minutos con una exigencia del 80%. Baja un poco el ritmo pero sólo lo suficiente para no agotarse demasiado.
La exigencia general de ejercitarse en agua es mayor, así que descansa y estírate entre 1 y 3 minutos antes de repetir la serie.