Los corredores interesados en alcanzar buenos desempeños deportivos deberían consultar al dentista, según un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine.
El estudio evaluó la salud bucal de 302 atletas olímpicos que participaron en los juegos de Londres del 2012. El estudio abarcó primariamente deportistas de 25 disciplinas diferentes de América, Europa y África.
Los resultados indicaron un pobre nivel de salud dental. 50% de los atletas presentaron descalcificación dentaria, 45% signo de corrosión del esmalte y 15% tenía periodontitis, una infección que afecta el tejido y hueso en torno a los dientes.
Un cuarto de los atletas reportaron que sus problemas dentales afectaban su calidad de vida y 18% señaló que afectaban su desempeño al entrenar, debido principalmente a la pérdida de tiempo de práctica.
La dieta, un sistema inmunológico resentido debido al entrenamiento y el uso de bebidas isotónicas fueron citados como posibles causas.
Estudios previos realizados por el Comité Olímpico Internacional también sugerían correlación entre el uso excesivo de bebidas deportivas y los problemas bucales, factor confirmado a su vez por la Academia de Odontología General de Estados Unidos en 2012.
La recomendación es enjuagar con agua o masticar chicles sin azúcar luego de ingerir este tipo de complementos al deporte, de modo de estimular la producción de saliva y reducir los niveles de acidez de la boca.
Ojo con la sepsis
Realizar actividad física mientras se sufre de infecciones en la boca puede también influir en la aparición de lesiones. Fuente de microbios, éstos circulan a través de la sangre y pueden afectar tejido muscular y, por ende, el rendimiento y la salud de los músculos.
La relación entre lesiones bucales y lesiones musculares se confirmó clínicamente a través de un estudio realizado por la Universidad de Barcelona en 2011, aplicado a 30 jugadores del Fútbol Club Barcelona.
El Dr. Cosme Gay Escoda, catedrático del Departamento de Odontoestomatología de la Facultad de Odontología de la Universidad de Barcelona e investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, explicó que las lesiones musculares son frecuentes en la práctica deportiva, – entre 1,5 y 7 por cada 1000 horas de entrenamiento – junto con tendinitis, fracturas, rupturas de ligamentos o laceraciones, entre otros. Por ello, es imprescindible definir medidas preventivas que permitan reducirlas al máximo. Entre estas medidas “se incluye un control periódico de la salud bucodental de los jugadores, para asegurar el mantenimiento de una excelente condición física de los deportistas de alta competición”, concluyó el Dr. Gay Escoda.