Escucha a tu reloj biológico y los ritmos circadianos.
Si se realiza ejercicio en un horario regular, ya uno tiene en cuenta cual es el momento mejor del día que le sienta mejor, pero puede que aún no sepas con seguridad cuál es ese “momento mágico” donde tu rendimiento es el mejor y parece que hasta te cansas menos.Las respuestas al respecto son diversas, y cada especialista puede darnos una.
El ser humano es un animal de costumbres, y como tal tiene la cualidad de adaptarse a cualquier situación. Lo mismo sucede con el momento de nuestro entrenamiento, ya que la costumbre hace que nuestro cuerpo responda a la hora acostumbrada, aunque entrenar a una hora u otra tiene mucho que ver con el rendimiento y los resultados que vamos a obtener con el ejercicio.La cosa va de ritmos circadianos, que expresan la oscilación diaria de los parámetros fisiológicos de tu cuerpo. Parece que la variación de la temperatura corporal tiene influencia en la calidad del entrenamiento, de forma que a mayor temperatura, mejor rendimiento físico.
Tu cuerpo tiene su temperatura más baja de una a tres horas antes de tu hora de levantarte y llega a su máximo a última hora de la tarde.En general el rendimiento es mayor a estas horas, registrándose mayor potencia y menor velocidad de reacción: los músculos están calientes y son más flexibles.
Entrenar a la mañana
Las primeras horas del día es un momento bueno para realizar ejercicio, ya que nuestro cuerpo está descansado y los músculos preparados para un nuevo día. Es el momento en el que nuestro metabolismo está más activo y por lo tanto nos va a permitir tener un mayor aguante, además de obtener unos resultados mejores a largo plazo.es un momento en el que nuestro cuerpo está descansado a nivel muscular, mucha gente no se siente preparada moralmente para realizar un ejercicio. Igual de importante es estar preparado físicamente como anímicamente para entrenar, y es por esto que las primeras horas del día pueden jugarnos esta mala pasada si tenemos un despertar lento y una adaptación progresiva a la actividad, aunque sí que es cierto que es la hora del día en la que tenemos más energía, y mentalizarse es parte del entrenamiento.
Entrenar al mediodia
El mediodía puede ser para muchos el momento ideal para entrenar, y es que nuestro cuerpo está todavía activo y mantiene energía para realizar un buen ejercicio. Los músculos apenas han sufrido desgaste y pueden enfrentarse mejor a la actividad. Es un momento idóneo tanto físicamente como mentalmente, aunque sí que es cierto que el estado de nuestros músculos no es igual que el que tenemos nada más levantarnos, y es que ya hemos llevado a cabo actividad a lo largo de la mañana.
Entrenar a la tarde-noche
El siguiente momento es la tarde-noche. Suele ser la hora más habitual de realizar ejercicio por la mayoría de la gente. Es cierto que a nivel físico no es un momento tan idóneo como el resto, ya que el desgaste muscular es mayor y el rendimiento será menor, sobre todo si hemos realizado trabajos físicos a lo largo del día. Además, nuestro metabolismo juega en nuestra contra, ya que al final del día funciona más lento.
Pero este momento es muy bueno mentalmente hablando, ya que hemos finalizado nuestros quehaceres diarios y estamos relajados pudiendo afrontar la rutina de una forma más relajada, concentrándonos en lo que estamos haciendo. Además, el ejercicio en este momento del día ayuda a tener el metabolismo activo durante más tiempo, lo que genera una quema mayor de calorías que si entrenásemos a otra hora.
Lo que no es recomendable es entrenar justo antes de ir a dormir, y es que al mantener nuestro cuerpo activo nos costará más conciliar el sueño y descansaremos peor. Tenemos que tener en cuenta que nuestro cuerpo se adapta a nuestra actividad, y por lo tanto se acostumbrará a realizar ejercicio a una hora u otra.
Cualquier horario que se elija se debe tener en cuenta que uno debe estar relajado y el ejercicio debe darnos placer, y ser un paréntesis en nuestra vida diaria y no una carga .
Para tener en cuenta, y a provechar tu entrenamiento, debes llevar un registro de tus horarios y como te sentís en los mismos.
No cambies tu horario de entrenamiento si te va bien en la actualidad.
Si tu objetivo es eliminar el estrés puedes entrenar a cualquier hora. Si entrenaspara un evento lo ideal es que hagas tus sesiones a la misma hora a la que va a empezar el evento, lograrás que el cuerpo se acostumbre a rendir más en ese momento preciso.
Para determinar tu momento ideal registra tu temperatura corporal cada dos horas durante una semana, cada día. Anótala y verás cómo fluctúa arriba y abajo 1.5º C. Intenta entrenar en el periodo comprendido entre tres horas antes y tres después del momento de máxima temperatura.
Fuente.: Medicina del Deporte.com, Sport Life, Muscular Mente.com, Mejor estilo de Vida.net.