Un dolor que parece leve, con el tiempo podría ser invalidante y dejarte fuera de carrera si no consultas con un especialista.
Por Rodrigo Tapia, Docente de Técnico en Fisioterapia Escuela de Salud Duoc UC sede Puente Alto
La banda iliotibial es una banda gruesa de tejido blando fibroso que nace en la cadera y termina en la tibia, ubicada en la región lateral de la rodilla. El Síndrome de Fricción Iliotibial es la inflamación de esta región, trastorno que muchas veces se presenta al comienzo de manera leve, lo que lleva a pensar a muchos runners que es algo sin importancia que desaparecerá con el tiempo.
El problema es que si no se realiza alguna intervención, puedes terminar con un dolor invalidante que te dejará fuera de los entrenamientos y competencias, ya que sentirás molestias al flexionar la rodilla cada vez que corras.
Esta patología aparece cuando se produce un roce constante de la banda iliotibial sobre el cóndilo femoral lateral, lo que sumado a largas sesiones de entrenamiento puede llegar a inflamar la estructura antes mencionada. Otra probable causa es la falta de flexibilidad de la banda provocando aumento de la tensión en la misma.
Tips para prevenir
- Elonga la banda iliotibial recostándote de lado sobre una colchoneta, flectando la pierna hacia atrás para mantener flexible la zona de la rodilla.
2. Hazte masajes en la misma zona (automasaje).
3. Preocúpate de tener una técnica correcta de carrera. Lo ideal es ser evaluado con un especialista que pueda corregir la técnica si ésta es deficiente.
4. Usa un calzado adecuado que se adecue a tu tipo de pisada (pronadora o supinadora).
5. Algunas personas tienen alteraciones en la pisada y/o dismetría de piernas (pierna más larga que la otra) sin saberlo, lo que puede gatillar el síndrome. Este tipo de alteraciones se pueden pesquisar fácilmente con una evaluación médica, por eso, antes de comenzar a entrenar, siempre es recomendable una visita al doctor.
6. Busca ayuda de un especialista para dosificar tu entrenamiento. Se necesita una progresión en las cargas de entrenamiento, e ir adaptando poco a poco a nuestro organismo y tejidos a las exigencias de la actividad física. Si no logras esta adaptación, te arriesgas a sufrir irritación en diferentes estructuras como la banda iliotibial.