Para sacar el máximo provecho de cualquier tipo de entrenamiento, es necesario conocer sus secretos. En el caso de los corredores, conocer la postura correcta para correr es algo fundamental.
No se trata de una cuestión estética ni arbitraria, sino de eficiencia y cuidado de la salud.
Como sabemos, el cuerpo está formado por -entre otras cosas- articulaciones, huesos y músculos; y una rutina realizada sin tomar cuidados con respecto a la postura correcta para correr, puede finalizar en lesiones indeseadas.
Es cierto que cada corredor tiene su forma particular de correr, pero existen ciertas pautas que puedes seguir para asegurarte de obtener los mayores beneficios de tu entrenamiento, sin perder tu particularidad.
Beneficios de la postura ideal para correr
A la hora de realizar tus ejercicios, debes tener especial cuidado para no lastimarte. Conocer y ejercitar la postura ideal para correr, mejorará los resultados de tus entrenamientos.
Correr con la postura correcta ha demostrado:
- Evitar lesiones
- Mejorar la velocidad
- Perfeccionar la técnica
- Aumentar la resistencia
Para que puedas alcanzar todos estos beneficios, a continuación te brindaremos algunos consejos para que puedas correr en la postura correcta.
Cómo conseguir la postura ideal para correr
La Cabeza
La forma en que llevas tu cabeza es clave para la postura del cuerpo en general, y determinará tu eficiencia al correr. La mirada debe mantenerse levantada de forma natural, apuntando hacia el horizonte, no a tus pies. Así fortalecerás y mantendrás alineada tu espalda y tu cuello.
Hombros
Los hombros juegan un rol muy importante en la relajación de tu cuerpo. Para optimizar tu performance, tus hombros deben estar relajados y no tensos o levantados. Tampoco debes moverlos mientras corres.
Brazos
Tus manos controlan la tensión en la parte superior de tu cuerpo. Es recomendable que los lleves flexionados en 90 grados. Su movimiento de balanceo, junto con tus zancadas, te ayudan a impulsarte hacia adelante; pero el mismo debe ser paralelo al cuerpo: intenta no cruzarlos frente a tu torso. Las manos deben ir cerradas, pero no apretadas. Cuando sientas que tus brazos se tensan, relájalos hacia los costados y sacúdelos ligeramente; sentirás como se libera la tensión.
Torso
La posición de tu torso se verá afectada por la de tus hombros y tu cabeza. Mantener la cabeza erguida y los hombros relajados, generará una postura alineada para tu torso, posibilitando aprovechar de toda tu capacidad pulmonar.
Caderas
Las caderas son el centro de gravedad de tu cuerpo. Manteniendo la espalda y torso derechos, las caderas tomarán naturalmente la postura necesaria para impulsarte hacia adelante en la carrera.
Piernas
No es necesaria una elevación exagerada de las rodillas al correr. El movimiento debe ser natural, y el paso no demasiado largo. Como medida, ten en cuenta que los pies deben aterrizar justo debajo del cuerpo, no más adelante. A medida que el pie va golpeando el suelo, la rodilla debe flexionarse ligeramente para absorber el impacto de forma natural en el impacto. Si la pierna inferior (debajo de la rodilla) se extiende por delante de su cuerpo, su zancada es demasiado largo.
Pies
En cada paso, el pie debe golpear ligeramente el suelo. Debes mantener relajado el tobillo para evitar lesiones. Una recomendación es que no corras siempre en asfalto; la tierra y el césped son más amigables y menos agresivos en el impacto de tus pies con la tierra.
Como ves, la postura de todas las partes del cuerpo influyen en las demás. Deberás tener en cuenta que, al principio, no será tan fácil incorporar estas técnicas. Pero haz el esfuerzo, los corredores sabemos bien que los resultados valen la pena.