Todo indica que se viene un invierno con episodios de intenso frío, y no solamente durante las primeras horas de la mañana. Antes de ir a trabajar bien temprano o después de la jornada, ya de noche, el clima amenaza con marcar temperaturas bajo cero. Aquí te dejamos algunas pistas para disfrutar el running cuando el aire esté gélido.
La vestimenta apropiada
Ni mucho ni poco. La ropa justa para no transpirar demasiado consiste en vestir con dos o tres capas de ropa deportiva, lo que permite mantener aire caliente entre las capas. Es mejor que una sola prenda gruesa. Eso es especialmente útil tratándose de calcetines. Dos pares de calcetas de prolipropileno es lo ideal. En el caso de las calzas, no escatimes. Las piernas son tu vehículo principal, usa unas con calzas de lycra de buena calidad para mantener la musculatura compacta y tibia.
El tipo de material también es clave, especialmente en personas con tendencia a sobre transpirar. Materiales tradicionales como el lino y el algodón solían hacer el mejor trabajo por sus cualidades transpirantes, pero hoy por hoy han sido superados por combinaciones de lana y fibras sintéticas que mantienen al corredor más seco y evitan la aparición de hongos.
Enseguida, un escudo protector como cortavientos o parkas livianas para protegerse del viento y el agua, más protecciones para el cuello y especialmente guantes y gorro, completan el equipo necesario para aventurarse en el frío.
Seguridad ante todo
Antes de salir, avisa. Nunca se sabe cómo el frío puede afectar tu entrenamiento, así que deja dicho en casa o a alguien de confianza dónde irás y cuándo volverás. ¡Es en serio! Con los días más cortos, las horas de luz se reducen y los riesgos aumentan. Lleva contigo una luz intermitente y ropa con bandas reflectantes para que los automovilistas te vean si está oscuro. No olvides tu celular, identificación y algo de dinero pero tampoco olvides amenazas reales como la delincuencia.
Estrategia de ruta
Da vueltas cortas. Es mejor porque así no te alejas demasiado de tu punto de partida, en caso de cualquier cosa. Además, evitas enfrentar las peores condiciones climáticas, como viento y lluvia, durante demasiado tiempo, en caso de hacer largos recorridos. Correr hacia el viento frío y húmedo reducirá tu temperatura corporal muy rápidamente, tornando relativamente menos productivo tu entrenamiento.
Y un consejo más. Cuídate en las esquinas en esos días lluviosos, helados y ventosos. Los resbalones al virar en pisos de baldosa mojados son comunes y acarrean lesiones serias de tobillo sin contar los moretones. Mejor ir algo más lento pero seguro al doblar.
Con algo de planificación y precauciones sensatas harás de tu entrenamiento en condiciones de frío y oscuridad una de las experiencias más significativas al correr.