Como el nombre lo sugiere, la rodilla de corredor es un tema común cuando se trata de molestias y dolores. No obstante, este complejo escenario puede afectar también a cualquier atleta que tiene dentro de sus actividades flexionar las rodillas-como caminar, andar en bicicleta y saltar. De forma reiterada estos movimientos pueden llegar a producir dolor en la rótula de la rodilla.
La rodilla de corredor no es una condición de por sí misma. Es un término suelto para un sinnúmero de problemas específicos, y producidos por diversas causas. Este tipo de molestias se pueden clasificar de la siguiente manera:
Uso excesivo: La flexión constante de las rodillas puede causar irritación en los nervios de la rótula. La sobrecarga en los tendones (los tendones son los tejidos que conectan los músculos con los huesos) también pueden causar dolor en los corredores.
Trauma directo a la rodilla: Ocasionado en un golpe o una caída.
Desalineación: Si cualquiera de los huesos está ligeramente desalineado de su posición correcta se producirá una molestia. Algunas partes de tu cuerpo pueden llevar mucho el peso. Esto causará dolor y daño a tus articulaciones. En algunas ocasiones la rótula de la rodilla puede cambiar y llegar a desplazarse ligeramente.
Problemas con los pies: Los problemas de la rodilla de corredor puede ser provocado por el pie plano, también conocido como arcos caídos u pronación. Esta es una condición en donde el impacto de dar un paso, causa el arqueamiento de tu pie.
Músculos del muslo débiles.
Las lesiones en las rodillas de los corredores se conocen también como síndrome de dolor patelofemoral.
Los síntomas que pueden llegar a percibirse son los siguientes:
- Dolor detrás o alrededor de la rótula de la rodilla, especialmente donde el hueso del muslo y la rodilla se juntan.
- Dolor cuando se flectan las rodillas, sobre todo al caminar, ponerse de rodillas, correr o incluso sentarse.
- Sentir dolor intenso al bajar una cuesta o bajar las escaleras.
- Hinchazón.
Para diagnosticarte las rodillas, tu doctor te hará un examen físico general. Puede que también llegues a necesitar una radiografía o una tomografía, entre otros tests.
¿Cuál es el tratamiento para tus rodillas?
A pesar de estos síntomas, las buenas noticias son que en varias ocasiones la rodilla de corredor se puede curar en un tiempo determinado. Para acelerar el proceso de curación considera los siguientes datos:
Reposar: Trata de evitar poner peso en tus rodillas.
Aplicar hielo: Esto ayuda a aliviar el dolor e hinchazón. Realízalo por 20-30 minutos cada 3-4 horas durante 2-3 días, o hasta que el dolor desaparezca.
Venda tu rodilla: Usa una banda elasticada para darle más soporte a la rodilla.
Eleva tu rodilla: Trata de hacerlo sobre una almohada cuando estés sentado o recostado en tu cama.
Toma antiinflamatorios: Los antiinflamatorios te ayudarán a alivianar el dolor y evitarán la hinchazón. Sin embargo, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios como úlceras y acrecentar el riesgo de sangramiento. Se deben ocupar de manera ocasional, a menos que tu doctor te recomiende lo contrario.
Practica ejercicios de elongación: Es importante trabajar en tu elongación.
Obtener soporte para tus zapatos: Estos aparatos ortopédicos- que pueden ser hechos a la medida-pueden ayudar sobre todo a aquellos con pie plano.
Muchos casos de dolor en las rodillas que perjudican a los runners pueden necesitar de una operación. Una cirugía podría quitar el cartílago dañado o también corregir la posición de las rótulas.