Comenzar a salir a correr por la calle puede ser una tarea relativamente sencilla, basta con ponerse las zapatillas y salir a la calle. Pero si lo que quieres es que ese plan además te funcione, deberías tener en cuenta estos 5 consejos:
1. Calentamiento
Preparar tus músculos para la carrera va a hacer que te encuentras mejor durante tu rutina. Asegúrate que empiezas tu entrenamiento con una rutina dinámica de calentamiento o un trote suave antes de aumentar la intensidad.
2. Entrena tu fuerza
Añadir unos cuantos ejercicios de fuerza después de la carrera te ahorra tiempo en tu rutina de fuerza ya que no hará falta un calentamiento previo. No me refiero a hacer una hora de pesas. Basta con unos fondos de brazos, unas planchas y unas zancadas, y notarás resultados en algunas semanas.
3. Ten un objetivo
Ya sea ser más rápido, hacer tu distancia más larga o perder unos kilos, cada trabajo que hagas debería tener su propio objetivo. No hablamos de llevar a tu cuerpo al límite sino de correr por alguna razón como por ejemplo evadirse de la rutina diaria, reducir el estrés o simplemente sentirte mejor. Piensa en la razón por la que vas a correr y qué es lo que quieres conseguir con eso.
4. Cámbialo
Quizá tengas una ruta favorita o un ritmo en el que te encuentras más a gusto. Pues no verás muchos resultados si te mantienes con esa rutina. Si siempre haces el mismo tipo de ejercicios tu cuerpo se acostumbrará y no evolucionará. Además hacer siempre lo mismo puede dejar de motivarte y comenzar a ser aburrido. Cambia tu rutina regularmente para mantener tu cuerpo despierto y hacerle que se adapte a los cambios.
5. Vuelve a la calma
No vayas directamente de la cinta al vestuario o de la calle a la ducha. Dedica unos minutos a estirar para proporcionar a tus músculos flexibilidad y prepararlos para la siguiente sesión. Los estiramientos deben formar parte de tu entrenamiento. Siempre.