Con frecuencia en nuestra consulta llegan corredores con la misma dolencia, que en su mayoría pasan por síndrome de la banda Iliotibial, tendinopatías de rodilla, principalmente tendinitis rotuliana; periostitis y fascitis plantar, patologías que concuerdan con la epidemiología de este deporte que, según estudios, la mayoría son por sobrecarga y sobreuso. El diagnóstico puede ser diverso: mal alineamiento, falta de fuerza, errores en el entrenamiento o sobreentrenamiento, tipo de pisada, problemas de columna y caderas, uso inadecuado de zapatillas y lugar de trote; sin embargo y según nuestra experiencia en el tratamiento y rehabilitación de lesiones en corredores, independiente de los síntomas que presente el corredor; el factor común son errores técnicos a la hora de correr. De estos, la gran mayoría se resuelven sólo re-educando la carrera, en pocas palabras evaluando la técnica de carrera y enseñando a correr.
Re-educación de la Carrera
Desde un análisis biomecánico del estudio del trote se ha demostrado que para ser más eficientes y, en definitiva, eliminar el síntoma y evitar futuras lesiones, se debe volver a aprender a correr. Antes de entrenar o pautear ejercicios a corredores se debe evaluar su técnica para detectar cuáles son los problemas y fortalezas, cuál es el tipo de movimiento que realiza el corredor y evaluar todos los componentes para poder determinar qué es lo que necesita modificar o en definitiva trabajar, desde un análisis completo del deportista; ya que no basta con realizar sólo cambios técnicos sino con un enfoque más global del cuerpo. Debe tenerse en cuenta la fuerza, flexibilidad y la técnica en conjunto, ya que sólo realizar cambios técnicos, incluso podría llevar también a lesionar.
Edgardo Opazo, Kinesiólogo del laboratorio de rendimiento humano de la Universidad de Chile, guía del programa de corrección de trote del centro kinésico Health and Fitness (H&F) plantea lo siguiente: “La técnica de carrera es determinante, ya que más allá de tener una alta capacidad física, es muy importante mantener el rendimiento por tiempos prolongados y para eso se requiere tener un gesto eficiente”.
La mayoría de las intervenciones en lesiones de trote, que hoy se realizan en nuestro país, están orientadas a calmar y eliminar los síntomas. Sin embargo, está demostrado que una vez eliminado el dolor, se vuelve a trotar con el volumen e intensidad que lo hacía antes, aparecen o empeoran las dolencias. La propuesta que planteamos con el programa de reeducación del trote es eliminar los síntomas abordando la causa del problema, que en la mayoría de los casos, tiene que ver con la técnica de carrera, en un análisis integral del corredor. Siguiendo a Opazo plantea que “es el gesto deportivo el cual determina el rendimiento y este depende de la antropometría del corredor, quien debe buscar la opción más económica para avanzar en relación al esfuerzo realizado. Vale decir, no existe una sola técnica de carrera, si no que depende de las características del deportista”.
Cambiar la técnica de carrera es un proceso de aprendizaje motor; asimilar un nuevo gesto depende de la repetición del mismo, por lo tanto, solo la práctica generará cambios a largo plazo, re-aprender a correr es un aspecto casi tan importante como los entrenamientos físicos porque corregir un error nos puede hacer mejorar nuestro rendimiento y/o evitar meses de rehabilitación por una lesión.
Hace tres años creamos este programa y, la premisa ha sido siempre “atacar la causa y no sólo los síntomas” con una metodología que permite evaluar el trote desde un análisis biomecánico, de las condiciones físicas y psicológicas del corredor, presentando al deportista un programa de rehabilitación que permite corregir y reparar las causas del problema desde una mirada científica integradora, teniendo muy buenos resultados, con la experiencia de más de 10 años de trabajo que lleva Opazo con un centenar de deportistas rehabilitados.
Porque los beneficios de aprender a correr bien permiten lograr más eficiencia, mejorando el rendimiento, bajando los tiempos y, por sobre todo, evitando la recidiva de la lesión. En concreto dos grandes beneficios podemos tener si intervenimos en la técnica del trote desde éste enfoque integral
- Prevención de lesiones: al erradicar ciertos vicios al correr como por ejemplo levantar las rodillas, inclinar el tronco hacia atrás, realizar el contacto inicial con el talón, modificamos movimientos que sobrecargan estructuras corporales y que producen lesiones y que por consecuencia causan malestar, largas pausas en los entrenamiento y tiempos en rehabilitación.
- Mejorar el rendimiento: al aplicar correctamente los movimientos logramos correr con la misma velocidad con menor esfuerzo. Por ejemplo si generamos mucho ruido al correr cuando los pies entran en contacto con la superficie, entre más fuerte el contacto con el piso mayor es la disipación de energía, y esto no ayuda en nada a mejorar el avance, aumentando el tiempo de contacto con el piso. Sí disminuimos el tiempo de contacto del pie con el piso logramos aumentar la velocidad de carrera.
Según Opazo con una adecuada técnica “las estructuras trabajan armónicamente y las cargas que reciben se reparten de manera uniforme, sobre todo las de sobre uso que afecta a los corredores”
La invitación entonces es que si deseas correr, correr y seguir corriendo, aprende hacerlo bien, para evitar que el movimiento repetitivo que implica el trote termine expresado en una lesión, cuando decidas trotar, más que bajar programas de internet, te recomiendo pasar primero por una especialista, para optimizar tus recursos y por supuesto evitar lesiones, que según nuestra experiencia se logra re-educando la carrera.