ASICS Golden Run 10k – Santiago

Los pronósticos lo vaticinaban y así fue. Una fría y lluviosa mañana esperaba a miles de corredores que se enfrentarían a los circuitos 10 y 21k, en la calles de Providencia. Siendo las 8.30 de la mañana, ya estaba en la línea de partida calentando el cuerpo para hacer frente a esos 6 grados que intentaban apaciguar el ánimo de todos los corredores. Los minutos pasaban y la ansiedad iba en aumento, ya que hace mucho que no corría 10k en calle. Si bien puede parecer una distancia “menor” cuando se entrena y se compite en cerro, en distancias superiores a 30k, lo que la vuelve difícil es el ritmo. Toda carrera, ya sea corta o larga, la vuelve dura el ritmo. Así que el nerviosismo y ansiedad, igual hicieron acto de presencia.

El reloj marcó las 9.15 y se dio la largada para los 10k. El asfalto ya estaba mojado y el frío desaparecía por un instante entre el gentío. Como siempre, las largadas son complicadas de sobrellevar, ya que al haber mucha gente cuesta correr al ritmo que uno quiere, por lo que uno está constantemente viendo por dónde adelantar. Pasados los primeros minutos de carrera pude encontrar mi ritmo de carrera. Los kilómetros iban pasando y la lluvia se desató con todo en las calles. Con el asfalto mojado hay que tener mayor precaución, ya que un solo resbalón nos puede echar por tierra.

Siempre me ha gustado correr por las calles de Santiago, ya que la perspectiva cambia y podemos apreciar de mejor forma la ciudad. Ya pasada la mitad de carrera sólo queda mantener el ritmo hasta el final, y en este punto se alcanza una suerte de velocidad crucero; un ritmo en el que vamos cómodos pero esforzándonos por lograr el objetivo, ya sea terminar la carrera o bajar la anterior marca. Ya en el último kilómetro sólo queda apretar, y así lo hice, tratando de subir más las rodillas y acelerando la frecuencia de las zancadas. En este punto iba disfrutando muchísimo, ya que no hay nada mejor que correr bajo la lluvia y sentir como las gotas golpean la cara. Últimos metros y la tarea estaba completa. Un buen circuito y con lluvia. Algo que no ocurre a menudo y que sin duda se disfruta.