Mi Experiencia en el Maratón de Santiago 2020

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Hola Amigos de Runners Chile, Mi Nombre es Sergio Barra, tengo 42 Años y en esta oportunidad les contare como fue mi experiencia al correr post pandemia la distancia Madre 42.195 K

Hagamos un pequeño recuento, la última vez que había participado de una competencia en calle fue el domingo 6 de octubre del año 2019 en la maratón de Viña. En esa oportunidad también escribí una nota la cual terminaba diciendo “Nos vemos el próximo año en Santiago 2020”.

Bueno lo demás es historia conocida, pasamos por un estallido social, después una pandemia y obviamente todos los eventos masivos fueron suspendidos por un largo tiempo. Fue muy difícil retornar después de estar parados tanto tiempo, siempre habían más excusas que ganas por lo que en particular me costó bastante retomar. Pero como dicen por ahí no hay mal de que dure 100 años, me llego una inspiración y como ya estaba inscrito para la maratón de Santiago decidí prepararme para enfrentar este desafío.

Durante el mes de Enero retome de a poco los entrenamientos pero me costaba mucho no era capaz de correr más de 10 kilómetros, aun así fui capaz de enfrentar un desafío de trail en el Valle las Trancas de Chillan. Fueron 27 Kilómetros que me hicieron darme cuenta que debía entrenar más y fue así como puse en marcha mi plan de entrenamiento. De a poco comencé a aumentar las cargas y aumentar el kilometraje. Ya no tenía mucho margen la maratón se acercaba a pasos agigantados.

La semana antes de la maratón me sentía muy inseguro incluso pensé en no participar de hecho no quise ir a retirar el kit sino hasta el último día.

Retiro del KIT

Sábado 7 de Mayo me dirijo a la expo Estación Mapocho para retirar el Kit de competencia, ya antes de entrar se notaba el ambiente, mucha gente todos felices porque sabían que esto no solo era el retiro del kit sino el inicio de una gran fiesta deportiva. Una vez en el interior de la expo se podía disfrutar de muchos estand donde podías encontrar desde ropa deportiva, hasta suplementos deportivos un 7 la organización.

Después de esto ya con la motivación al máximo me fui a revisar por última vez mi listado de cosas y a descansar para enfrentar de buena manera el maratón.

El Gran Día

06:00 AM. Suena la Alarma del celular, hora de levantarse, a buscar locomoción para llegar al Parque O’Higgins. La locomoción todo un tema porque la línea 5 del metro no funciono desde temprano.

07:30 AM. Ya en la explanada del Parque O’Higgins. Una mañana bastante fría con algo de llovizna lo que hacía presagiar que el calor no sería tema. Antes de comenzar el calentamiento me dedico a observar a los participantes de los 21 K que en esta oportunidad salieron en 3 oleadas.

07:40 AM y sale la primera Oleada de los 21K, se escucha fuerte el “C H I” y comienza a vivirse la Maratón de Santiago 2020. Posterior a eso salieron las otras dos oleadas de los 21K y a esa altura al ansiedad ya me consumía.

08:15 AM. En la zona de encajonamiento, se acerca la hora de la verdad, los nervios se apoderan de mí, me encomiendo a Dios y les deseo suerte a mis compañeros runners.

08:30 AM. Se da Inicio a la Maratón. Llego el momento de demostrar si este tiempo de preparación me serviría para terminar esta gran prueba o no. La carrera ya la tenía estudiada, la dividiría en 4 tramos. Del Km 1 al Km 10, del Km 10 al Km 15, del Km 15 del Km 28 y del Km 28 a la meta.

Se da la largada y antes de los 500 metros había gente apoyando, una persona nos da animo diciendo “vamos vamos que queda poco” jajajaja si duda me hizo la carrera con su apoyo. Los primeros Kilómetros fueron sin problema, me sentía muy cómodo siguiendo lo planificado, ya en el Km 5 aparece el primer puesto de hidratación, por lo general nunca me hidrato en el Km 5, pero en esta oportunidad lo hice porque escuche a muchos expertos antes de la competencia y todos coincidían en que no debes saltarte ningún puesto de hidratación; además no sabía cómo se comportaría mi cuerpo a lo largo de la competencia. Así sin darme cuenta llegue al Km 10 y tome mi primer gel, lo planificado era 1 gel en el km 10, uno en el Km 23, uno en el Km 30 y el último en el Km 38. Hasta aquí todo bien, incluso el clima seguía favorable, a pesar que la llovizna dejaba el piso muy resbaladizo. Había que tener cuidado de no caerse. Desde el Km 10 al Km 15 teníamos una pequeña bajada por lo que decidí apretar un poco. A esta altura me sentía bastante cómodo y era lo que había planificado después de estudiar la ruta.

Al llegar al Km 15 baje un poquito el ritmo para enfrentar ese falso plano que se venía por Américo Vespucio. En este tramo de la carrera había mucha gente apoyando en las calles, a pesar del frio se sintió el aliento de las personas. Eso es algo que se agradece, ellos no saben lo importante que es para uno como corredor sentir su apoyo y mucho más si son conocidos.

A la altura del Km 28 se escuchaba a la gente que apoyaba y decía vamos la última subida y después pura bajada. A esa altura me sentía bastante cómodo sin molestias físicas y con mucho ánimo, solo seguía el ritmo planificado ya solo me quedaban 14,195 km.

Ya en el Km 32 en plena bajada comencé a sentir un pequeño calambre en mi cuádriceps derecho y me llene de dudas, podre mantener el ritmo??, seré capaz de terminar la carrera?? Para despejar mi mente me puse audífonos y comencé a escuchar la playlist que tenía preparada “Motivación running” se mueren las canciones que seleccione, bueno solo la escucharía yo así que seguí adelante con mi motivación y obviado las molestias físicas. Así seguí avanzando hasta el Km 38 en donde decido quitarme los audífonos y disfrutar del apoyo de las personas que estaban viendo el maratón.

Bueno por si quieren saber que ocurrió con el famoso Muro, creo que lo pase por encima porque nunca me sentí amenazado por él.

Ya desde el Km 38 al 40 se veía mucha gente apoyando y comienzan a escucharse los gritos de aliento, gritos que se sentían cada vez más fuerte. Sin embargo de un momento a otro sentí un calambre en ambos cuádriceps y el dolor era muy grande, solo pensé que hasta ahora había realizado una buena competencia que mi tiempo sería mejor de lo planificado y que un simple dolor no me iba a detener asique seguí adelante, cerca del km 40,5 ya me sentía mejor. En el tramo final entrando a la elipse del Parque O’Higgins ya no podía más de la emoción, Los últimos metros fueron muy lindos, la gente seguía apoyando “Vamos falta poco”, “Vamos runner Chillan el último esfuerzo” fueron algunas frases que recuerdo haber escuchado. Solo faltaban unos pocos metros para cruzar la meta y el remate final lo hice con el corazón, alcé mi mano derecha, apunte con mi dedo índice al cielo agradeciendo este hermoso momento vivido. Cruce la meta en 3 Hrs y 48 min.

Fue en ese momento que rompo en lágrimas de emoción, no solo por terminar la carrera, en ese momento me acorde de los días que me levantaba a las 5 AM para entrenar, me acorde de las noches que me acostaba cansado por entrenar, de los fines de semana que deje de hacer vida social por tener que levantarme temprano los sábados y domingo a entrenar. Y además vez el tiempo que terminaste la carrera (43 min. menos que en la maratón de Viña) y te das cuenta que la persona que cruzó la meta no es la misma persona que comenzó la carrera. Ahora eres otra persona, una persona mucho más fuerte capaz, eres tu mejor versión.

Finalmente me dirijo a recibir mi medalla de finalista y Ahora puedo decir con orgullo “Soy Maratonista por segunda vez”. Nos vemos el próximo semestre en Viña 2022.