Ya comenzó el segundo semestre y la cuenta regresiva para el verano es una realidad. Muchos entusiastas se prometen que estas vacaciones serán sin polera y en un ánimo de simbolizar esta decisión se inscriben en el gimnasio más cercano. Varios se quedan hasta ahí y los meses comienzan a pasar sin que se ponga un pie en una trotadora, como si ya la inversión hubiese sido el esfuerzo requerido para notar los cambios. Registrarse en un gimnasio, crossfit, un grupo de running o clases de entrenamiento funcional es solo el comienzo… ¿Cómo motivarse para no fallar en el intento?
Una dosis de verdad: No serás ni el primero ni el último en esta situación. Todos nos enfrentamos diariamente a una serie de incentivos y decisiones que están apoyadas por un elemento clave para motivarse a entrenar, ya sea en grupo o solo: la disciplina. Tienes que tener claros tus objetivos a la hora de ejercitarte, ya sea bajar de peso, tonificar, quemar grasa, llevar un estilo de vida más saludable, dedicarte al body builiding, lo que sea, sin disciplina el esfuerzo que hagas se va a sentir muy pesado, y probablemente vas a querer renunciar a la semana. Si lo que quieres es un pequeño cambio o correr una maratón en menos de un año, ten claro que vas a tener que trabajar duro por ello. En palabras simples, disciplina es cuando sabiendo que hay más razones para no ir a entrenar, lo haces igual, porque esa decisión que tomas contra todo pronóstico te va a llevar más cerca de tu meta y te da más motivación, porque estás construyendo un hábito.
Ahora, desde lo práctico, yo casi siempre entreno sola y hay una serie de cosas que hago para mantenerme animada y no tirar la esponja:
- Entreno con música. Cuando salgo a correr, nada me gusta más que poner una buena lista y seguir el ritmo. Cuando recién partí con esto del running salir con mis audífonos fue lo que me llevó a seguir aumentando los kilómetros, porque dejaba de mirar el reloj y me concentraba en las canciones. En el gimnasio lo mismo, una lista con reggaetón, rock, pop, lo que más te mantenga prendido te ayuda a sacar cualquier rutina adelante, sobre todo la parte del cardio.
- Tener buen equipo de entrenamiento. Esto puede sonar ridículo, pero cuando recién salía tímidamente dos veces por semana a correr por el parque hace 10 años, iba con la ropa con que hacía la clase de gimnasia en el colegio. Luego, con mi primera corrida, la polera no me la sacaba por nada y en la medida en que fui aumentando el número de sesiones tuve que comprarme unas mejores zapatillas, calzas para correr en invierno, polerones y petos. Ahora, la ropa deportiva ocupa toda una sección de mi clóset y es una gran fuente de motivación ¿Por qué? Ir consiguiendo nuestros resultados y metas trae efectos en cómo nos vemos. Independiente si es un cambio drástico o pequeño, ejercitarnos nos hace sentirnos y vernos bien, por lo que adquirir ropa adecuada y variada va a dejar atrás todas las excusas y vamos a tener que salir a ocuparla.
- Las ventajas de la tecnología: a quién no le ha pasado que se inscriben en un gimnasio, pero sienten que no saben por dónde empezar, se sienten intimidados por el resto de las personas que están ahí y rápidamente se frustran y pierden el interés por ir a un lugar donde sienten que “no pertenecen”. Eso es falso y no pueden dejar que les invada ese sentimiento, porque quizás tengan que convivir con personas que sienten que porque ya llevan más tiempo en el gimnasio tienen el derecho a apropiarse de las máquinas y haya momentos donde crean estar perdidos, pero se inscribieron por una razón y deben por último rentabilizar su inversión. Hoy contamos con las ventajas de la tecnología y Youtube está lleno de rutinas para principiantes, avanzados, con peso, intensas, extensas, cortas…alternativas hay miles. Yo por ejemplo llevo un año siguiendo el canal de Whitney Simmons y me es muy fácil entrenar de esta forma, sin tener que pagar por un personal trainer.
Como último consejo, cárgate de actitud y trata de encontrar la forma en que lo disfrutes. Intenta en lo posible de no ir siempre en la hora de mayor afluencia, porque es fácil desmotivarse si uno tiene que estar esperando las máquinas, sobre todo cuando recién estás comenzando. Las ganas de entrenar se construyen, debes generar una estrategia a prueba de excusas y entender que hay una importante inversión de tiempo y dinero que si la aprovechas te va a traer solo beneficios.