Que leo cuando leo acerca de correr – Parte 1

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Con esta columna quiero iniciar una serie donde pueda recomendar libros que me hayan servido de motivación y el primero no puede ser otro que el que me inspiró para escoger el título de la columna y que, coincidentemente, fue el primer libro acerca de correr que leí.

Haruki Murakami – De que hablo cuando hablo de correr

portadalibroHaruki Murakami (Kioto, 1949) es un escritor y traductor japonés, autor de novelas de gran prestigio a nivel mundial. Es considerado uno de los grandes novelistas de la actualidad, ganador de diversos premios internacionales en los últimos años y ha sido considerado favorito para ganar el premio nobel de literatura los últimos 7 años. Además de novelista Murakami es un experimentado maratonista y triatleta, y en este libro nos relata su especial relación con el deporte y como este ha forjado su carácter, su estilo de vida y su carrera como escritor.

Independiente de conocer o no las obras de Murakami, este es un libro que todo corredor debiese leer, sobre todo si están empezando a aventurarse en el mundo de la maratón. En esta ensayo de 232 páginas podemos leer las experiencias de una persona que, más allá de ser un prestigioso novelista, es un devoto corredor aficionado. Uno que un día se puso las zapatillas para no sacárselas más, empujado por las mismas motivaciones que nosotros, y que es capaz de compartir su experiencia como corredor de manera brillante. El libro esta lleno de frases geniales, con las que me sentí reflejado en muchísimas ocasiones, además de algunos conceptos ideados por Murakami que al menos mí me han hecho mucho sentido. Quizás el concepto más interesante es lo que Murakami denomina “Runner’s Blue”, que podría traducirse como la “Tristeza del Corredor” y que refleja la perdida de la motivación luego de conseguir un gran reto, para el que fue necesario acumular muchos kilómetros. Una especie de depresión del corredor de la que cuesta mucho sacudirse y que te impide retomar los entrenamientos luego de haber conseguido un reto importante.

En muchísimas páginas y columnas de corredores alrededor del mundo se destaca a este libro como un libro clave, quizás no para motivar a salir a correr por primera vez sino que clave como inspiración para seguir corriendo día tras día, enfrentando la vida con las zapatillas puestas. Algo con lo que no puedo estar más de acuerdo.

Dejo a continuación solo algunas de las muchísimas frases con las que me sentí identificado, y que sin duda representan el espíritu del corredor de fondo aficionado:

“correr a diario es vital, de modo que no puedo aflojar o dejarlo sólo porque esté ocupado. Si tuviera que dejar de correr sólo porque estoy ocupado, sin duda no podría correr en mi vida”

“si uno prueba a correr un Maratón se da cuenta de ello: a los corredores de fondo no les importa demasiado que otro corredor les supere o superar a otro durante la carrera. Porque si hay un contrincante al que debes vencer en una carrera de larga distancia, ése no es otro que el tú de ayer”

“los tiempos individuales, el puesto en la clasificación, tu apariencia, o cómo te valore la gente, no son más que cosas secundarias. Para un corredor como yo, lo importante es ir superando, con sus propias piernas y con firmeza, cada una de las metas”.

“precisamente porque son duros, y precisamente porque nos atrevemos a arrostrar esa dureza, es por lo que podemos experimentar la sensación de estar vivos”.

“corriendo por las calles, se puede distinguir fácilmente a los principiantes de los veteranos. Los que respiran a bocanadas cortas y jadeando son los principiantes, en tanto que los veteranos lo hacen de modo silencioso y regular. Sumidos en sus pensamientos, su corazón les va marcando lentamente el tiempo. Cuando nos cruzamos por los caminos, uno capta el ritmo respiratorio del otro y percibe cómo el otro marca el tiempo”

“aunque no sea algo tan pretencioso como para calificarlo de sentimiento de solidaridad, existe vagamente entre nosotros, como esa tenue bruma que se forma en las cumbres montañosas a finales de primavera, algo así como un cálido sentimiento común”

“voy a seguir corriendo maratones con todo mi empeño, sin desfallecer, hasta que consiga volver a sentir que he corrido satisfactoriamente. Supongo que, mientras mi cuerpo me lo permita, aunque esté viejo y achacoso, y aunque la gente de mi entorno me sugiera cosas como, ¿no cree que sería hora de ir dejándolo?, ya tiene usted una edad, seguiré corriendo. Aunque mis tiempos empeoren más y más, estoy seguro de que pondré en ello el mismo empeño y esfuerzo que hasta ahora e incluso, en ocasiones, más que hasta ahora”