Muchos corredores pasan por alto los estiramientos y la elongación, dejándolos en segundo plano, sin dedicarles el tiempo que se merecen.
Cuando sales a correr tus músculos se contraen tornándose duros y más cortos, es por eso que la flexibilidad es fundamental en nuestros entrenamientos, para lograr un tono muscular más saludable y dinámico.
Trabajar la elongación, mejorar la flexibilidad es tan importante como la resistencia y la fuerza, siendo el complemento ideal para nuestros entrenamientos.
- Preocúpate de elongar todos los grupos musculares principales por lo menos unos 30 segundos cada uno, manteniendo la posición.
- Durante la elongación concéntrale en músculos como el de la pantorrilla (gemelos), músculos frontales y posteriores de los muslos (cuádriceps y aductores), flexores de cadera (psoas iliaco) y los extensores de los dedos del pie.
- No aguantes la respiración, respira lento y profundamente, esto te ayudara a relajarte y facilitara la ejecución de los ejercicios.
- Realiza ejercicios de elongación estática y dinámica alternadamente, evitando los rebotes.
- Recuerda que no solo debes elongar el tren inferior, elongá también los músculos del pecho, espalda. También el cuello, hombros, muñecas y tobillos.
Antes de comenzar con tu entrenamiento, realiza una buena entrada en calor para preparar tus músculos, ligamentos y articulación. Recuerda que debes elongar antes y después de correr.
Una elongación correcta nos protege de posibles lesiones y relaja los músculos luego de un esfuerzo físico.